Norrel Robertson, primer Master of Wine de España
- 15/12/2020
- Publicado por: Susana Escobar Luqui
- Categoría: vino y talento
NORREL ROBERTSON (MW): «Decidí fijar mi residencia en Calatayud porque la calidad de sus viñas viejas me impresionó mucho»
Escocés enamorado de Aragón, enólogo, fundador de «El escocés volante» y el primer Master of Wine (MW) en España, así es Norrel Robertson. Un amante de la garnacha que decidió fijar su residencia, hace ya 17 años, en Calatayud porque «la calidad de sus viñas viejas me impresionó mucho».
Norrel consiguió el título de Master of Wine en el año 2000. Desde entonces, lo han obtenido cinco expertos que viven en España y un español, que vive en Bélgica. «Es un reto conseguir el título de Master of Wine, ya que reconoce que has logrado un amplio conocimiento de vino desde el terruño, la elaboración, el lado comercial y la comunicación. Ya somos 393 en 29 países y espero que haya más en España, en los próximos años», ha subrayado Norrel Robertson.
Norrel ha trabajado en diferentes países como Chile, Portugal, Italia o Australia, pero, tras recorrerse medio mundo, viajó hasta Calatayud para elaborar un proyecto que realizaba para una empresa de Gran Bretaña y vio en las tierras del municipio zaragozano «una magnífica oportunidad tanto personal como profesional». «La garnacha es patrimonio de esta región, algo de lo que lo aragoneses deben estar muy orgullosos. Aragón tiene algunos de los viñedos más viejos de España y el clima es ideal para elaborar vinos con mucha personalidad», ha añadido el escocés.
De los vinos aragoneses, Norrel destaca la altura de la que proceden sus viñedos y su intensidad debido al contraste climático. Además, indica que la garnacha y la macabeo son variedades indígenas comunes a todos las Denominaciones de Origen Protegidas e Indicaciones Geográficas Protegidas de Aragón, pero reconoce que hay mucha diversidad de vinos en la comunidad aragonesa y «eso es para celebrarlo».
Norrel acaba de ser investido en la Gran Orden de Caballeros del Vino (GOCV), un título de suma importancia para él. «Es un gran honor haber obtenido este reconocimiento de todos los compañeros de esta profesión. Siempre he querido comunicar lo que tiene Aragón, y específicamente Calatayud. La zona es un pequeño tesoro y espero haber aportado algo positivo a mi comunidad y país adoptivos», ha declarado. La GOCV es una organización fundada en 1985 por el ICEX con el objeto de reconocer y premiar a los más destacados miembros del sector por sus logros en la educación, promoción y comercio de los vinos de calidad españoles en el Reino Unido.
El Master of Wine reconoce que el último cuarto de siglo ha sido muy importante para que los vinos aragoneses hayan empezado a conocerse en los mercados internacionales. Sobre todo, las garnachas «muy apreciadas en Gran Bretaña y Estados Unidos».
Asimismo, Norrel indica que la relación calidad-precio de los vinos aragoneses es «imbatible» con respecto con otros vinos de España y del resto del mundo. «El carácter e intensidad de los vinos también destaca», ha advertido.
Este gran amante y defensor de la garnacha destaca de ella su capacidad de aguantar la sequía, su rugosidad y finura que según explica «no tienen otras variedades». En definitiva, Norrel asegura que la garnacha «nunca se rinde y es una mano de hierro en guante de terciopelo».
El escocés afirma que en su mesa nunca puede faltar uno de sus vinos, aunque siempre ha valorado mucho los tintos del Ródano, algo que, según indica, le han servido como fuente de inspiración para elaborar los suyos.
En la actualidad, Norrel Robertson cuenta con 36 hectáreas de las que 25 son plantadas, en su mayoría, con garnacha, macabeo y mazuelo, más conocida como uva cariñena.
«Muchas parcelas suelen ir a vinos singulares como Manda Huevos o Mazuelo El Plano. En cambio, otras van mezcladas para los vinos El Mondongo, Es lo que hay o El Cismático. El enfoque es sacar vinos de parcela y también combinar parcelas que aportan el mismo terruño», ha explicado.
El viñedo más antiguo que posee se llama Caña Andrea y data de 1908. Ubicado en el municipio de Villarroya de la Sierra está situado a 771 metros de altitud y es una parcela postfiloxérica de garnacha, provechón -más conocida como bobal-, moristel, garnacha blanca y otras variedades indígenas. «Tenemos tres parcelas centenarias, pero hay que reconocer que el registro vitivinícola no es muy exacto en España ni en Aragón. Por ejemplo, una de nuestras centenarias tenía una fecha de plantación en los años 1970, pero por la mezcla de uva que tiene se puede deducir que fue plantada justo después de filoxera. O sea, a principios del siglo XX. Seguramente, cuando registraron la parcela en los años 80 preguntaron al antiguo dueño la edad y respondió: 74 años. Esa es la fecha que anotaron como año de plantación. Hay muchos casos así, aunque ahora mismo existen herramientas para justificar la edad de las parcelas, hasta un cierto punto, estudiando fotos aéreas de los años 1940 y 1950, por Internet», ha indicado Norrel.
Norrel Robertson también es un gran amante de la variedad pinot noir, muy poco cultivada en España, pero de la que, fundamentalmente, le atrae «ese lado seductor que tiene similar a la garnacha».