Raquel Latre, presidenta de la DOP Somontano
- 15/10/2020
- Publicado por: AWEMaster
- Categoría: vino y talento
Raquel Latre Latorre es la primera mujer en presidir el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Somontano y la tercera, entre las que conforman la Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas, en ostentar este cargo. En 2017 asumió la presidencia de esta DOP, que agrupa a 29 bodegas con una superficie total de 4000 hectáreas de viñedos. Latre es una apasionada de su trabajo y pionera en crear una empresa de enoturismo en la zona: enoDESTINO.
¿De dónde viene tu pasión por el vino?
Mi pasión por el vino viene desde 2005, momento en el que decidí volver a vivir en mi tierra: Barbastro. Entonces, junto a mi pareja, pensamos en iniciar nuestro propio proyecto de empresa de servicios turísticos, con el fin de atraer gente a nuestro territorio porque Somontano debía conocerse. Consideramos que nuestro hilo conductor debía ser el vino y nació enoDESTINO, agencia de enoturismo y actividades. Poco a poco, empezamos a entrar en este mundillo, con formaciones y viajes, hasta ahora, que se ha convertido en una forma de vida.
¿Cuándo y dónde te formaste?
Cada uno de los temas en los que me he formado me han servido para dar el paso siguiente. La vida es un aprendizaje continuo del que, si quieres, aprendes diariamente. En cuanto a mi formación principal, soy licenciada en Ciencias Empresariales, con especialidad en Marketing y Comunicación lo que me ha dado la oportunidad de tener una visión de negocio y la mirada hacia la dirección estratégica. Mis experiencias profesionales en multinacionales y grandes empresas me ayudaron a conocer los sistemas de producción, flujos logísticos y redes de distribución. En la etapa donde me dediqué a impartir formación, profundicé en atención al cliente, sistemas de comunicación online, offline, protocolo, gestión de eventos….
Todo ello, hasta llegar al mundo del vino, sector dentro del que realicé un Master en Viticultura, Enología y Marketing del Vino. Obtuve el nivel III del curso de la Wine & Spirit Education Trust, la titulación de Sommelier Profesional por la Universidad Rovira y Virgili y también soy sumiller especializada vinos de Jerez. La vida es un aprendizaje continuo, así que tan importante es lo que estudias como lo que vives. Por eso, he aprendido mucho de todos los viajes que he hecho: Burdeos, Borgoña, Toscana, Piemonte, Champagne, Mossel… y de nuestras zonas de vino españolas: Aragón, Jerez, Priorato, Ribera del Duero o Rioja. Y, por supuesto, de todas las personas que me he encontrado en el camino, he aprendido de sus historias, de sus catas y de su conocimiento.
¿Por qué elegiste el vino como forma de vida?
Como decía anteriormente, entré por las ganas de quedarme a vivir en la tierra donde nací y consideré que debía trabajar por el Somontano. Y cuando empiezas a conocer el trabajo más a fondo de las bodegas, escuchar sus historias, su esfuerzo cada año por mejorar, la vinculación directa con la naturaleza, vivir la vendimia, pasear por los viñedos y ver como los vinos, la gastronomía y la tradición es diferente según la zona vitivinícola que visita. Además, cada año, la pregunta es ¿cómo no apasionarse por este mundo?
¿De qué te sientes orgullosa?
Siento mucho orgullo por las gentes de mi tierra que creyeron que el Somontano podía transformarse en una zona próspera de vino y trabajaron y apostaron por ello. Estoy orgullosa de quienes han cogido el relevo y han seguido esforzándose como el primer día, atravesando dificultades y, a pesar de ello, eligiendo la excelencia y el camino más difícil. Estoy orgullosa de la unidad del Somontano, de ir todos a una, porque lo que nos hace iguales nos hace fuertes y porque detrás de cada vino está la ilusión por hacer de Somontano una tierra sostenible y llena de oportunidades.
¿Cuál es tu sueño?
A corto plazo, me gustaría una pronta recuperación para todos y que de esta situación aprendamos a valorar en qué debemos poner la mirada en el futuro. Veo a Somontano creciendo como lo ha hecho hasta ahora, en prestigio y reconocimiento a sus vinos, porque detrás de ellos están sus gentes y su futuro, está un territorio donde la excelencia y el esfuerzo son lemas para seguir adelante, donde queremos, atraer inversiones, diferenciarnos una vez más y así crear oportunidades reales para quienes creemos y deseamos vivir en esta tierra.
Cuando escuchas la palabra Somontano, ¿qué es lo primero que piensas?
Antes pensaba en vino. Ahora pienso en una tierra, en un futuro.
¿Cuál es el principal consejo que le darías a una persona que entrara nueva a presidir un Consejo Regulador de vino?
Es complicado dar consejos. Creo que cada uno imprimimos nuestro hacer en aquello que conocemos más o creemos mejor para representar al Consejo. Desde mi experiencia creo que nuestra labor más importante es recoger el punto de partida y marcar un horizonte hacia el que todos queramos llegar y donde el camino lo hagamos todos juntos. Y, a partir de allí, defender, representar y llevar a cabo todas las acciones burocráticas, administrativas, promocionales y comunicativas que sean necesarias para conseguirlo. Sabiendo que nuestra labor va más allá de los vinos, va de sostenibilidad y de seguir haciendo crecer un territorio.
Si no te dedicaras al mundo del vino, ¿qué estarías haciendo ahora?
Me cuesta mucho hacer ese esfuerzo por pensar fuera del sector, porque, como he dicho, se ha convertido en mi forma de vida. Aun así, me gustaría continuar con la formación como motor de movilización y la consultoría para poder transmitir todos aquellos aprendizajes que se han venido conmigo en estos años de experiencias.